domingo, 7 de julio de 2013

Discotecas: un negocio rentable o un arma de doble filo?


Hace no mucho que nuevamente vino a las primeras planas de prensa el triste recuerdo de aquella tragedia que enlutó 29 hogares un 20 de Julio del año 2002. Este lunes (mañana) la Corte Suprema decidirá si reinicia el proceso contra Alan Azizollahoff y Edgar Paz, accionistas mayoritarios (y administradores según los registros públicos) de lo que alguna vez fue una de las discotecas más famosas de Lima.



Aquel fatídico día, un número temerario con fuego, en una discoteca sin las mínimas medidas de seguridad desató una tragedia que se llevó la vida de 29 jóvenes prácticamente de mi edad. Algunos de los fallecidos trabajaban en Telefónica al igual que yo. No pensaban encontrarse con la tragedia. Nadie imaginaba que aquella muy famosa discoteca tendría las mínimas condiciones de operación en cuanto a seguridad se refiere (incluso habían tapiado los ductos de ventilación).



Negocio redondo, indudablemente, para los accionistas mayoritarios mencionados previamente, y quienes, a diferencia del administrador (Percy North) y el incauto barman que generó el desastre (Roberto Ferreyros) - que actuó obedeciendo un programa desastroso y peligroso, están libres gracias a un Hábeas Corpus presentado en el año 2004 por el abogado de Azizollahoff. Indudablemente, una jugada maestra. Los accionistas fugaron del país en el año 2004 y nunca más se supo de ellos. Aquí un audio que puso en descubierto las siniestras y sucias maniobras de soborno hacia el Poder Judicial y la Corte Suprema que se movieron a favor de los fugitivos. Algunos de los padres de los fallecidos ya han muerto y los que quedan siguen clamando justicia para con los dueños del local quienes tienen mucho dinero y uno de ellos administra más de 20 casinos en Estados Unidos. En serio creen que van a poder encarcelar a estos poderosos quienes tienen todas las de ganar (tienen muchísimo dinero y poder, y está comprobado que por la plata baila el mono)? Yo en lo personal no lo creo.

No estamos libres de encontrar la muerte en una discoteca, así hayan pasado muchos años. Definitivamente la diversión es una constante en la inmensa mayoría de gente joven, y existen muchos empresarios que lucran con esta inmensa capacidad de rentabilidad. Quién no? El problema, es que hay empresarios... y empresarios. Cada día hay más discotecas en Lima, para todos los gustos y sabores. Algunas, muy voceadas y muy marketeadas, otras, sin embargo, más discretas cuyo aviso ni siquiera figura en la fachada pero que por medios como Facebook son muy promocionadas y ganan miles de soles en una sola noche. No mencionaré nombres porque no pretendo inculpar a ninguna, pero el hecho que se manejen estos negocios en cierta clandestinidad (porqué muchas discotecas/bares/pub/lounges o como se les quiera llamar no ponen aviso en la fachada si son negocios a los que acuden decenas de muchachos?) nos lleva a pensar, a dónde nos estamos metiendo?

La seguridad es cara, y no atrae a la juventud. Atrae más los shows pintorescos, el appealing del lugar, etc. Por eso es que a muchos inescrupulosos no les interesa invertir en mecanismos de seguridad. Ocurrió en Utopía,... podrá ocurrir otra vez?




Para pensar y evaluar bien dónde celebraremos la próxima vez.


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